Sin un monitoreo adecuado, las empresas y hogares no pueden optimizar su consumo energético, lo que lleva a ineficiencias y ahorros insuficientes.
Incapacidad de identificar patrones de consumo y áreas de mejora.
Uso ineficiente de energía debido a la falta de datos precisos y en tiempo real.
Incapacidad de mejorar la eficiencia y reducir costos para ganar una ventaja competitiva.